¿Qué es la Dicotomía del Control?
- Lic. Margarita Rodríguez Suárez
- 29 may
- 2 Min. de lectura

Uno de los pilares más poderosos del estoicismo es lo que Epicteto llamó la
dicotomía del control: la distinción clara entre lo que depende de nosotros y lo que no. Esta idea, aunque sencilla en apariencia, encierra una sabiduría profunda y transformadora.
¿Qué es la dicotomía del control?
En palabras de Epicteto:
“Hay cosas que dependen de nosotros, y cosas que no dependen de nosotros.”
Las cosas que dependen de nosotros son nuestras acciones, pensamientos, elecciones, actitudes y juicios.
Las que no dependen de nosotros incluyen el comportamiento de los demás, el clima, el pasado, el futuro, la opinión pública, la muerte, y muchos otros aspectos de la realidad.
Aceptar esta distinción y vivir de acuerdo con ella es una forma práctica de alcanzar mayor paz mental.
Veamos cómo se aplica esta idea en situaciones comunes:
1. El tránsito y la paciencia
Situación: Estás en un embotellamiento y llegas tarde al trabajo.
Dicotomía:
Fuera de tu control: El tráfico, la actitud de otros conductores, el tiempo perdido.
Bajo tu control: Tu reacción emocional, si decides frustrarte o practicar la paciencia, si usas el tiempo para escuchar un audiolibro o simplemente respirar con calma.
Reflexión estoica: No puedes controlar el atasco, pero sí puedes decidir cómo atravesarlo emocionalmente.
2. La opinión de los demás
Situación: Publicas algo en las redes o das tu punto de vista, y recibes críticas.
Dicotomía:
Fuera de tu control: Lo que otros piensan o dicen.
Bajo tu control: La intención con la que actuaste, tu respuesta a la crítica, tu compromiso con seguir aprendiendo.
Reflexión estoica: No somos responsables de las reacciones ajenas, solo de nuestra coherencia interior.
3. Una relación que termina
Situación: Alguien decide alejarse de tu vida.
Dicotomía:
Fuera de tu control: Las emociones, decisiones y evolución de esa persona.
Bajo tu control: Cómo elaboras el duelo, lo que aprendes de la experiencia, cómo te tratas a ti mismo en el proceso.
Reflexión estoica: El amor no se mide por la permanencia, sino por cómo lo cultivamos mientras existe.
¿Renunciar o responsabilizarse?
Aceptar que algo no está bajo nuestro control no es resignación, sino un acto de sabiduría activa (Lo que sucede y cómo sucede: llamado AMOR FATI).
Nos libera de la ilusión de control total y nos enfoca en lo que sí podemos transformar: nuestras elecciones, actitudes y valores.
Esta práctica nos permite dejar de luchar contra lo inevitable y empezar a colaborar con lo posible.
Un ejercicio estoico para cada día
Antes de dormir, pregúntate:
¿Qué cosas hoy escapaban de mi control, y cómo las viví?
¿En qué pude elegir con mayor libertad y responsabilidad?
Este simple hábito puede ayudarte a diferenciar preocupaciones inútiles de acciones significativas, y a cultivar una mente más serena y presente.
La dicotomía del control no pretende convertirnos en seres fríos o distantes, sino en personas más realistas, resilientes y conscientes. En un mundo cambiante y a veces caótico, aprender a distinguir lo que depende de nosotros es, quizás, una de las formas más profundas de libertad interior y nos acerca a un estado de paz interna (Eudaimonia)

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