NUESTRAS DISCRIMINACIONES SOCIALES
- Lic. Prof. Pablo Cazau
- 5 abr
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 6 abr

Por Pablo Cazau
Nos guste o no, las discriminaciones sociales forman parte de nuestro habitual funcionamiento cerebral.
Nos discriminan de muchas formas posibles, pero también nosotros molestamos o simplemente ignoramos a Fulano por ser negro, por no ser negro, por ser judío, por no ser judío, por ser mujer, por ser hombre, por ser demasiado inteligente, por ser demasiado tonto, por ser policía, por ser ladrón, etcétera.
Pero, ¿qué pasaría si el pobre Fulano pudiese ocultar la condición por la cual lo discriminan?
Matt era un discapacitado motor que vivía postrado y apenas si podía mover algún dedo, aunque su mente estaba intacta.
Un día decidió ingresar en el juego del metaverso disfrazado de persona ‘normal’, bajo la forma de un avatar fuerte y sano. Comemzó así a interactuar con otros avatares que representaban a su vez otras tantas personas invisibles pero físicas y reales, y fue así que pudo enamorarse, tener amigos genuinos, ayudar a los demás de muchas formas y no ser discriminado por estar paralítico.
Cuando finalmente fallece, sus compañeros de juego se enteran de su verdadera condición, lo que no impidió que fueran a su velatorio a homenajearlo no ya como avatares sino como las personas reales que eran.
Esta es una historia verdadera recuperada por el documental ‘La singular vida de Ebelin’.
Comentarios