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Las emociones

  • Lic. Margarita Rodríguez Suárez
  • 28 may 2010
  • 2 Min. de lectura

Los seres humanos tenemos emociones desde que nacemos, pero a medida que crecemos necesitamos aprender a regularlas para lograr un mayor bienestar psicofísico.

Algunos autores dividen las emociones en:

a)      PRIMARIAS

b)      SECUNDARIAS


a)  Las PRIMARIAS son aquellas con las que nacemos. No son aprendidas y cumplen una función ADAPTATIVA. Se agotan al cumplir su misión. Algunas son por ejemplo el dolor, el miedo, la tristeza, el enojo y la alegría. Tenemos que vivir con ellas, comprenderlas e integrarlas a nuestra vida.

Así, un niño expresará el dolor del cuerpo a través del llanto, el enojo ante un juguete roto, el miedo a un rostro que no le es familiar, etc.

b)Las SECUNDARIAS son aprendidas y mentales. No cumplen funciones adaptativas y generalmente son defensivas, expresiones de problemas no resueltos, creadas por nosotros mismos. Son como “prolongaciones” de las emociones primarias.

A través de nuestras interpretaciones de significado, al dolor lo transformamos en sufrimiento. Al miedo lo transformamos en ansiedad. A la tristeza la transformamos en depresión. Al enojo en ira, sumándole rencor y resentimiento. Y a la alegría la transformamos en apego al placer.

Nuestra estructura psicológica gira alrededor del tiempo y nuestra mente nunca está quieta. Siempre estamos pensando en el pasado o en el futuro, entre lo que fue, lo que será y lo que debería ser. Esta inquietud de nuestra mente, este péndulo, es la “fábrica” en la que vamos creándonos malestar psicológico.

El aquietar la mente es una arte. Muchas ventajas se obtienen del ejercicio de la meditación, pero también se requiere un cambio más profundo en el estilo de vida.

El primer paso para desarrollar una mente serena sería reconocer cuándo estamos anclados en el pasado o en el futuro olvidándonos del presente, “fabricando” emociones secundarias y manteniéndonos innecesariamente en ellas, con su consecuente daño a nuestro equilibrio psicofísico.

“La armonía interior es el privilegio de aquellos cuyos impulsos son tales que pueden hallar salidas constructivas más que destructivas” Bertrand Russell


Bibliografía consultada de Walter Riso, Psicólogo clínico, profesor de Terapia Cognitiva en Colombia.

Lic. Margarita M. Rodríguez Suárez


Las emociones

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